Sin apenas ganas de cenar, y con 15 minutos de descanso en el sofà, miro el reloj, que me indica que o me cambio, O ME CAMBIO YAAAAAAAAAAAAA, para salir con un frío horroroso al gimnasio...
Y sí..., voy arrastrándome a mí misma,
salgo maldiciendo en arameo el frío polar,
recojo a Belén,
esperamos a que abran la clase en el coche,
porque nuestros diez minutos de marujeo
no nos lo quita nadie y...
Cuando empieza a sonar la SALSA todo se me olvidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!
¿¿¿¿Quién estaba cansada o tenía frío?????
Dejar que la música entre en ti es como un buen castillo de fuegos artificiales.
¡¡¡Valió la pena!!!!
¡¡¡¡Bailar es algo increíble!!!!!!