lunes, 29 de diciembre de 2008

Danza del Vientre y Velo


La utilización de accesorios en cualquier baile permite ampliar los movimientos que realizamos. En el caso del velo se trata de que podamos jugar con este precioso elemento para embellecer nuestro cuerpo y nuestros movimientos.

En la antigüedad, el velo era considerado una joya y un símbolo de status social. Las mujeres de familias adineradas lo llevaban para diferenciarse de las esclavas. Al mismo tiempo era un objeto de protección porque cubría el pelo y protegía de las malas influencias y del mal de ojo.

La bailarina, hoy en día, enriquece su cuerpo con el velo, que aporta ligereza, nos hace oscilar entre el sueño y la realidad, y proporciona con su presencia misterio y sensualidad...

Beneficios de la Danza Oriental

La "danza del vientre" es una danza que implica a todo el cuerpo, aunque la mayoría de los movimientos se originen en el centro. La columna vertebral es el eje alrededor del cual la pelvis y la caja torácica describen su movimiento de rotación. Al mismo tiempo, es la vía de ascenso de la energía que brota del suelo, y que se mueve desde los pies a la cabeza a través de ondulaciones.
Esta es una danza de enraizamiento, en la que se desarrolla fuerza y belleza a partir de la habilidad de utilizar selectivamente los músculos.
La danza oriental nos ofrece a muchas mujeres la posibilidad de conocer una cultura en la que la femenidad es un tesoro, y el cuerpo femenino, bello por naturaleza. Por tanto, nos mejora enormemente la autoestima y revela la capacidad de cualquier persona de expresarse a través de su cuerpo.
Con la danza oriental se conduce a las mujeres (y también a los hombres que la practican) a expresar nuestra sensualidad y nuestra fuerza, a conseguir el equilibrio entre gracia y firmeza, además de mejorar nuestra propia imagen... Nos ayuda, en definitiva, a conectar con nuestra salud más profunda, con nuestras verdaderas necesidades y a expresarlas a través de los movimientos.
Como cualquier otro ejercicio, esta danza puede utilizarse para mejorar la actividad metabólica e incrementar la energía; por supuesto, todo requiere de práctica, y la reorganización de nuestro cuerpo se producirá si bailamos con cierta regularidad y aprendemos correctamente los movimientos.
Pero, lo más importante, y lo que las buenas maestras siempre recomiendan es tener una mirada amable y comprensiva hacia nuestro propio cuerpo, porque es nuestro, es bello... y necesita un tiempo y un espacio para evolucionar.