Para Naida...
Yo también me enamoré de este mágico lugar...
Tuvimos la suerte de llegar a mediodía, comimos en el barco, y nos dejaron toda la tarde libre para estar allí y dejarnos empapar por la Magia... Mi amiga y yo nos perdimos entre los dos templos, saboreando cada rincón y vimos atardecer... Fuimos las últimas en abandonar aquella explanada y mientras preparaban el lugar para el espectáculo de la noche, estábamos tan emocionadas... ¡¡¡ que tuvimos que fumarnos una shisha!!!
¡¡¡Qué maravilla de lugar!!! Me emociona pensar en él y que dormí a sus pies... Y nos avisaron que cuando zarpaba el barco se veía Abu Simbel, así que madrugamos y subimos a despedirnos del lugar por el que volvería a Egipto sin dudar... Me recorre un escalofrío al recordar cómo sonaba la música por los altavoces del barco mientras nos alejábamos de allí y no podíamos dejar de mirar... no quería que se borrara de mis ojos nunca...