...cuando bailas,
y las manos transforman el aire
en pura magia.
Las notas no sólo suenan en un aula
sino que bailan a tu alrededor.
Y los cambios de ritmo
transforman a las caderas
en las olas del mar
que no sólo son agua
sino pura cadencia
y vaivén de tu alma...
Y de la mía,
que baila contigo.
¡Gracias!