miércoles, 22 de agosto de 2012

HAFLA es igual a ....

Yo no bebo alcochol...¡¡Bailo tribal para emborracharme!!
Y expando lo que siento, pues la magia que llena mi corazón
sé que llega a otros corazones
y viven el baile...
y nace la Hafla.

Con la improvisación dejas las cosas al Destino y él te agradece
que quieras repartir la felicidad que te produce bailar.



Y ver la cara de felicidad de tu Maestra, recién llegada de Barcelona,
mientras bailas con tus hermanas de Tribu
es algo indescriptible.



Y si los altavoces no se oyen nada y sigues bailando, al dar un giro descubres unos músicos tirados en la hierba , a los que les ofreces tocar y te dicen que sí...


...ya todo encaja, y la energía ya fluye imparable... y se expande a lo bruto, y la recibe todo aquel con alma abierta.



Bailar debajo del Palacio de Gaudí es una de las cosas más maravillosas que me han sucedido y con música en directo, me produce escalofríos de felicidad al recordarlo.



Cada cual trajo algo para compartir de comida, bebida, las servilletas, un té negro, hummus, harisha, tortilla de patatas, empanada, bocadillos de nocilla, aceituna, las alfombras, las lámparas..... No importaba. Lo bonito fue compartir y estar juntos parte de nuestra vida, ese instante y había tanta armonía que las horas pasaron pausadamente...


Gracias de todo corazón a cada persona
que estuvo en la Hafla por lo  que aportó. 
Este tipo de cosas no se pueden medir
pero sí dar las gracias por ello.

Y seguir creyendo en la Magia...