...mientras bailas.
Sentirse.
De eso fue ayer nuestra clase de baile y salí enamorada.
Me da penita que ahora que estoy subiendo escalones con tanta calma, y disfrutando tanto del paisaje, ya casi se vayan a terminar las clases, qué penita... así que intento disfrutarlas al máximo...
Ayer nos dijeron que nos olvidáramos de la técnica, que no importaba y que no había colocarse de forma perfecta delante del espejo, sino cerrar los ojos y tocar con las yemas de nuestros dedos nuestro propio rostro, sentir nuestra nariz, nuestros pómulos...
Había que sentirse, reconocerse a una misma y darse amorcito, al ritmo tranquilo de una música árabe preciosa, que impregnaba la sala donde bailábamos...
Fue una clase tan preciosa y mágica que salimos todas felices y encantadas... La energía que ayer reinaba no era de subidón sino de paz interior y relajación. Al final, oí decir a una de las chicas "...es la mejor clase en la que nunca he estado..." y no pude más que sentirme muy orgullosa de mi Maestra, y dí las gracias a las coordenadas del tiempo y el espacio porque ella es la que me enseña, la que me hace sentir, y con quién tengo el lujo de bailar y aprender...
3 comentarios:
Qué suerte tienes puñetera jeje!! Disfruta mucho de esos momentos, aunque tus letras destilan emoción y disfrute y casi casi me llegan via blogosfera!!
Muacks i remuacks!!
umm cuando encuentras clases así las disfrutas tanto que sales renovada que gustazoo, yo tb disfruto mucho de las mias y me da una pena horrorosa que se acaben pero bueno esperaremos a septiembre!! besos
Da gusto leer como disfrutas de la danza, espero que con el tiempo sabático que me voy a tomar, consiga sentir una décima parte de lo que tú sientes.
Desde que comencé con las clases, no he parado nunca, he hecho clases hasta en julio y agosto... y ahora pienso que quizás si hubiera estado esos meses de relax, hubiera cargado pilas. Además… esos meses siempre vienen bien para crear… jejejejejeje… cómo va tu coreo???
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