Y por fin sucedió...
Soy así de boba, qué le voy a hacer.
Tenía unas ganas inmensas
de que quien me ha metido en este mundo,
quien me ha formado,
quien me ha hecho llorar por el baile,
me ha hecho crecer,
me ha hecho respirar...
me viera bailar lo que ahora amo,
lo que me llena,
que viera cómo me uno a mi Tribu
y soy feliz.
Y sucedió el fin de semana pasado y lo disfruté.
Había pensando muchas veces cómo me sentiría
cuando la tuviera delante de mí, mirándome,
observando cada paso y me ponía un poquito nerviosa...
Pero, me sentí inmensamente feliz
y sé que a ella le llegó el amor que me inspira bailar
y mi devoción hacia ella.
Le dediqué mi Danza
por hacerme inmensamente feliz
y verla ahí delante
me ha llenado aún más el Alma.
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