domingo, 17 de enero de 2016

Mis manos...

El otro día en clase, una alumna me dijo que miraba nuestros vídeos y que se fijaba en cómo movía las manos. Que paraba la imagen para saber exactamente en qué posición quedaban mis manos en cada paso...
 
 
Me enseñaron que las manos no pueden estar muertas cuando bailas, tienen que estar vivas y transmitir lo que tu corazón está sintiendo. Tienen que alargar el movimiento de la danza y no cortarlo.
 
Nuestras manos pueden tener una vida propia y acariciar la bonita energía que estamos creando con nuestra danza.
 
Me impone un poco que yo, que empecé a bailar porque me enamoraron las manos de una bailarina en Egipto y que siempre veía magia en las manos de mi maestra de danza oriental, resulte que soy modelo de otras personas.
 
Espero transmitir el danzar de mi alma con mis manos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace mucho que no veo bailar esas manos. Te mando un besazo!