Sin apenas ganas de cenar, y con 15 minutos de descanso en el sofà, miro el reloj, que me indica que o me cambio, O ME CAMBIO YAAAAAAAAAAAAA, para salir con un frío horroroso al gimnasio...
Y sí..., voy arrastrándome a mí misma,
salgo maldiciendo en arameo el frío polar,
recojo a Belén,
esperamos a que abran la clase en el coche,
porque nuestros diez minutos de marujeo
no nos lo quita nadie y...
Cuando empieza a sonar la SALSA todo se me olvidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!
¿¿¿¿Quién estaba cansada o tenía frío?????
Dejar que la música entre en ti es como un buen castillo de fuegos artificiales.
¡¡¡Valió la pena!!!!
¡¡¡¡Bailar es algo increíble!!!!!!
4 comentarios:
Sí, tienes razón, hay veces en que se te cae el mundo encima cuando tienes que hacer algo que sabes que te gusta pero hay situaciones cómodas que te confunden...lo bueno es sacar toda la fueza de ese impás y meterte en la clase, una vez allí...lo negativo se tira por la ventana y además luego te sientes el doble de bien, por haber bailado y porque has vencido a ese algo que casi te impide hacerlo...
¿salsa? que bien!
Está claro que bailar mueve montañas a pesar de los cansancios de las jornadas diarias y de las gélidas temperaturas que os gastáis en los inviernos por esas tierras!! Menos mal que nací en el Mediterráneo...
A ver si nos cuentas algo más de tu faceta salsera. Nosotras tenemos a Daisy que es la salsera-sambera del ramillete y cuando baila se le pone una sonrisa de oreja a oreja espectacularrrrrrrrrr
Beso!
Ayyyyyyy esta niña gótica-Flamenca-vientreplano!!!!!!!!pero qué tendrá ella, sólo ella que es capaz de sentir y vivir así?
Abrazos querida Chayo, un gusto sentir tan buen rollo y tanta energía como desprendes...adelgazaré de seguir leyendo tus proezas, seguro!
Ay!!!! Estoy enamorada de la Danza!!!
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