Acabé tan agotada física y mentalmente
que ahora sí que entendí
lo del descanso y desconectar...
Pensé incluso que Terpsícore,
la Musa de la Danza me había abandonado
y mi mundo se desmoronó...
La desconexión ha sido muy fuerte,
con cargas emocionales
y me asusté...
Pero hoy
al escuchar una tonadilla árabe
mis manos se movieron dulcemente al compás
y oscilaron en el aire...
1 comentario:
Que se te va a ir a tí la musa, eso es imposible, ya se ha hecho una casita en tu alma y cuando hay buenas vistas una no se muda
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