Y llegué casi arrástrandome a la actuación, pero vamos, como que no pasaba nada y de mis dolores ni pío que parece que si hablas de ellos duelen más, así que me cogí la tarde libre y me duché tranquilamente, me peiné, me pinté, me arreglé las cosas en una bolsa nueva y me fui a bailar, acompañada en el coche de mi fiel público, jajajaja... ¡Actúar sin ellos no sería lo mismo, porque siempre están ahí! ;)
Y al llegar estuvimos comprobando las luces y por un momento me sentí la protagonista de Cisne Negro, cuando un foco te impide ver el patio de butacas y ese haz de luz te enfoca y parece que todo se detiene y no puedes hacer otra cosa más que bailar...
Salí muy contenta de mi actuación porque pensé que al bailar sola se me iba a ir más la olla y me iba a inventar más, pero no, me ceñí bastante a mi propia coreografía.
Luego al ver el vídeo ( que está a trozos, por eso , de momento, no lo puedo poner), creo que debería haber ensayado más y que no me dí al 100%. Sé que podría haberlo hecho mejor pero lo arreglaré si vuelvo a bailar mi coreo. El tiempo que le dediqué estaba lesionada y así es muy difícil sacar lo mejor de dentro y además el sable chino necesita un poco más de dedicación. Aprender cosas nuevas y meterlas en la coreo tres días antes de la actuación fue cosa de lokos pero como me emperré... Cambié la coreo demasiado tarde y debí haber ensayado más horas. De los fallos también se aprende y si cambias algo, ahora ya sé que tienes que hacerlo con tiempo, o si no, déjala sosa, pero bien hecha.
De todas formas estoy contenta porque al cambiar el sable de mano, pude elegir la forma fácil, pero no, elegí la difícil y no se cayó el sable al suelo, jiiijijijiji y estrené el suje tribalero que yo misma había cosido, cosa que me hace mucha ilusión. Y subí de nuevo a un escenario, que me encanta...
La actuación empezó y terminó con el Saludo tribal de todas las participantes que me parece una forma preciosa de dedicar tu baile a quien amas y te ve, y te respeta, esté o no delante de ti en ese instante; dedicas tu arte al público, a tus compañeras, a los elementos y a ti misma, y sabes que a pesar de todo, vale la pena salir a un escenario y sentir por 3 minutos...que flotas.
Quiero dar las gracias a Cris, mi prfe de tribal, por permitirme bailar en su final de curso, y a mi Shifú ( Maestro) de Wu Shu, Agustín, que estuvo dándome clases extra de sable y por la paciencia que tuvo conmigo...
Ahora a por las siguientes ;)