domingo, 20 de octubre de 2013

Y por fin...

Después de cuatro años bailando danza oriental
y dos danza tribal,
he conseguido que mis padres me vean bailar,
 disfrutar,
que vivan en directo
todo lo que intento transmitirles por teléfono
 cuando hablo con ellos o les mando fotos o vídeos.
 
Y es que el directo no es lo mismo...

 Disfruté esta actuación más que nunca al ver la carita de felicidad de mi mami en primera fila: no puedo explicarlo con palabras, pero creo ella estaba casi más feliz que yo y acabó ( sin yo saberlo) invitando a todas las chicas a Valencia para que vayamos a bailar a mi pueblo.¡¡Qué tía!!


Al día siguiente se fueron a Valencia leyendo en el coche el artículo que nos dedicó el Diario de León...¡¡Lo que hubiera dado por ver sus caritas mientras leían!!

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